Acción social26/07/2023

Voluntariado joven para acompañar a las personas dependientes de la Residencia Santa Teresa

Seis jóvenes de entre 17 y 25 años se han incorporado al equipo durante este verano

La Residencia de Santa Teresa es un proyecto de Cáritas Zaragoza que se ha convertido en un hogar para muchas personas dependientes que no pueden valerse por sí mismas, con un grado elevado de discapacidad y disfuncionalidad y/o que se encuentren en una situación de pobreza o de exclusión social.

Es un recurso residencial para personas mayores y menores de 65 años en situación de dependencia y marginación social. La principal característica de este centro, que en 2022 acogió a 66 residentes (84 personas acompañadas), de las cuales 33 son concertadas con el IASS, es que ofrece una atención integral centrada en la persona, que mejora directamente su calidad de vida y la de sus familias. Es, además, un centro libre de sujeciones que favorece la inserción en la comunidad y el entorno.

Acompañando a estas personas en situación de vulnerabilidad se encuentra una comunidad de ayuda formada por personas técnicas y voluntarias que ofrecen a los residentes el calor de un hogar.

Durante este verano contamos con la ayuda de un grupo de personas voluntarias muy jóvenes «que vienen a traer “aire fresco” a nuestra residencia», nos comentan desde el centro. De momento, ya se han incorporado seis voluntarios y voluntarias, que tienen entre 17 y 25 años. «La alegría que traen, la frescura y la novedad se va haciendo más fuerte con el paso de los días», explican desde la Residencia. Entre sus tareas se encuentran acompañar a los residentes en sus paseos, movilizarlos en el centro, charlar, compartir la calma y hermosura del jardín, escuchar música, consultar con ellos las últimas novedades. «Aunque sabemos que esto es para un tiempo corto, nos queda la sensación alegre de haberles conocido».

Este grupo de voluntariado más joven desarrolla su gran labor junto al equipo técnico y voluntariado más veterano, entre quienes se encuentra Angelines Susilla, voluntaria en la Residencia desde hace 22 años. Angelines acompaña a los residentes a los hospitales, participa en sus actividades de relajación, teatro, coro. Lo que procura siempre es darles alegría.

“Colaborar como voluntaria es una necesidad; forman parte de mi vida y necesito compartir mi tiempo con ellos”.

Angelines explica que durante sus años de voluntariado ha aprendido a admirar a las personas mayores: “al escuchar sus vidas me doy cuenta de la cantidad de «héroes y heroínas» que hemos tenido en el anonimato, de lo difícil que ha sido para ellas salir adelante con tantas carencias económicas y emocionales, pero con una fortaleza impresionante. He aprendido sobre todo a quererles sin juzgar sus reacciones, la mayoría de las veces resultado de sus carencias; a hacerme amiga, ganarme su confianza, disfrutar de sus charlas, a sentir como ellas, a saber a través de su mirada lo que necesitan ese ratico que compartimos. Pero ante todo he aprendido a ser empática, a hacer míos sus problemas, a reír o llorar con ellos, a sentir lo importante que es para ellos tener a alguien a su lado en Urgencias, en el hospital donde, como dicen, “no están en casa” y se sienten vulnerables, a quererles como si fueran parte de mi familia, a sentir su vacío cuando se van”.

Angelines valora la gran labor que se realiza en la Residencia Santa Teresa y el trabajo que existe en el centro: “admiro profundamente a todas las trabajadoras por su entrega, su cariño para que desde el primer día se sienta bien la persona que entra. Eso es muy difícil porque vienen asustados, tristes, pero ahí nos ponen en marcha y nos enseñan a acompañar, es un trabajo difícil pero muy gratificante”.

En este sentido, nuestra voluntaria agradece todo lo que ha aprendido de sus compañeras: ”gracias a ellas he aprendido a trabajar en equipo, porque somos un gran «equipo»; con nuestros fallos pero con muchas ganas de hacer las cosas bien. Me quedan muchas cosas por aprender, pero me siento muy orgullosa de ser voluntaria, porque me ha hecho ser mejor persona, y me seguirán enseñando a aprender”.