¡Feliz año nuevo, ojalá lleno de esperanza!
Un regalo en formato de poesía llena de deseos para este 2025
Durante estas últimas semanas, nos ha acompañada en nuestra sede central un árbol de Navidad muy especial, un árbol de la esperanza donde hemos podido compartir nuestros motivos de esperanza para este 2025.
Y aprovechando que, en nuestro país, damos por finalizada la navidad celebrando la Epifanía del Señor, la visita de los Magos de Orientes llegaron cargados de oro, incienso, mirra y de ESPERANZA en nuestros corazones.
Nuestro regalo para esta semana post navideña, se transforma en una poesía que condensa todos los deseos puestos en ese árbol tan especial.
ESPERANZA EN NAVIDAD
En Cáritas deposito mi esperanza,
y en las personas en las que creo y confío cada mañana.
Que en esta Navidad reine el amor sin barreras,
y en Dios encuentro fuerza para cumplir mis quimeras.
Anhelo igualdad en todo rincón del planeta,
paz y amor en cada hogar, eso es lo que completa.
Que la mesa de cada familia se colme de alimento,
y que la guerra en Israel sea solo un lamento.
Mis deseos se vuelcan en la felicidad de los pequeños,
cesen las guerras y florezcan los buenos ensueños.
Que el amor inunde cada corazón y pensamiento,
uniendo a todas las familias en un mismo sentimiento.
Que quienes padecieron la fuerza de la naturaleza,
encuentren en Dios la ayuda que les de fortaleza.
La humildad, la fe y la empatía sean nuestro faro,
brindando ayuda sin condiciones, siempre a amparo.
Que la salud alcance a todos con su manto protector,
un año de paz y bienestar, ese es nuestro mejor favor.
Que, a pesar de la adversidad, nunca cedamos en la lucha,
porque la esperanza radica en cada alma que escucha.
En el corazón humano late el amor divino,
Dios es misericordia y amor, siempre cercano y genuino.
Que las guerras lleguen a su fin, que haya sanidad,
y que jamás perdamos la esperanza en esta realidad.
Por los pacientes con cáncer, una plegaria sincera,
para que la luz al final del túnel nunca desaparezca.
Con fe, amor y esperanza, seguimos adelante,
porque en Dios encontramos la paz constante.
¡FELIZ AÑO NUEVO!
