Colaboraciones17/03/2023

Creamos comunidades de ayuda para generar nuevas oportunidades

Mostramos testimonios significativos de personas que conformáis esa comunidad de ayuda que acoge y acompaña a personas en situación de vulnerabilidad

A lo largo de la vida, nunca sabemos cuándo seremos los que ayudan y cuándo los ayudados. Las dificultades vitales nos sitúan en una posición tanto como en la otra; por eso, la dimensión comunitaria, el tejido de una red que anime a construir otras redes, es beneficioso para todas las personas.

En Cáritas trabajamos para ser comunidad de ayuda y generar comunidades de ayuda.
En este artículo ponemos rostro a algunas de esas muchas personas que hacéis posible que seamos esa red: Angelines y Pilar, voluntarias; Santiago, socio; Isabel, desde la empresa colaboradora donde trabaja. Y nuestra tesorera, dando voz a las personas que se acordaron de los más vulnerables en sus últimas voluntades, cuyo legado permite tejer posibilidades para otros.

Angelines – voluntaria en la Residencia Santa Teresa

Angelines Susilla es voluntaria en la Residencia Santa Teresa de Cáritas Zaragoza, desde hace 22 años. Allí, acompaña a los residentes a los hospitales o participa con ellos en las diferentes actividades. “Procuro darles alegría, aunque también hay días que sólo me siento a escucharles y cogerles de la mano. Colaborar como voluntaria para mí ya es una necesidad, forman parte de mi vida y necesito compartir mi tiempo con ellos”.

“Durante mis años de voluntariado he aprendido a admirar a las personas mayores, a quererles sin juzgar sus reacciones; a hacerme amiga, ganarme su confianza, disfrutar de sus charlas, a sentir como ellas, a saber a través de su mirada lo que necesitan ese ratico que compartimos; a hacer míos sus problemas, a reír o llorar con ellos, a sentir lo importante que es para ellos tener a alguien a su lado en el hospital donde, como dicen, “no están en casa” y se sienten vulnerables, a quererles como si fueran parte de mi familia, a sentir su vacío cuando se van”.

 Angelines valora la labor que se realiza en la Residencia por parte de todo el equipo: “es un trabajo difícil pero muy gratificante, gracias a ellas he aprendido a trabajar en equipo, porque somos un gran «equipo»; con nuestros fallos, pero con muchas ganas de hacer las cosas bien. Me quedan muchas cosas por aprender, pero me siento muy orgullosa de ser voluntaria, porque me ha hecho ser mejor persona, y me seguirán enseñando a aprender.”

Pilar Aguilar – voluntaria en Proyecto San Nicolás

Pilar es voluntaria en el Proyecto San Nicolás en dos talleres: el de manualidades y el de huerto urbano, aunque cuando es necesario también hace acompañamiento para apoyar a los y las participantes en trámites administrativos, de salud, etc.

Cuando le preguntamos qué le aporta, personalmente, colaborar como voluntaria, nos dice: “Me aporta el acercamiento a personas de diferentes culturas y realidades muy diferentes a las mías. El calor y las sonrisas que recibo de los participantes es un «chute» de buena energía para el resto de la semana. Me siento útil haciendo una labor socialmente necesaria y justa. La sociedad no se puede permitir tanta desigualdad entre las personas que la conformamos. Por justicia y por ética. Si cada vez más personas nos acercáramos a quienes tenemos cerca y desconocemos, nuestra sociedad se transformaría en una más igualitaria, más amable y tantas fobias como hay desaparecerían. Podemos transformar nuestra sociedad en una más feliz, más justa, si nos conocemos más y nos apoyamos unos a otros”. 

Santiago Gasanz – socio

Queremos dar voz a las personas que os vinculáis con las personas más vulnerables a través de vuestro compromiso económico: 6.175 personas socias que, cada mes, confiáis en Cáritas para desarrollar vuestra inquietud solidaria. Detrás de esa cifra hay un paso, una decisión que marca un antes y un después para muchas personas que acompañamos. Hemos preguntado a Santiago Gasanz, socio, qué le hizo dar ese paso:

“Ya voluntario de Cáritas, y pensé que, además de aportar mi tiempo y experiencia profesional, podía aportar mi ayuda económica, comprometerme con su sostenimiento. Creo que con mi aportación contribuyo a generar posibilidades y llegar a más gente en pobreza o exclusión. Desde mi fe y mis creencias, es una manera de cumplir con el mandato evangélico de comunicación cristiana de bienes, que nos tiene que llevar a compartir con los que tienen menos.”

Isabel Banzo – HR de Cables de Comunicaciones (empresa colaboradora)

Según datos de la última Memoria, 220 empresas y entidades colaboraron con Cáritas Zaragoza. Queríamos poner un ejemplo concreto de colaboración de larga trayectoria en este sentido, y nos pusimos en contacto con Isabel Banzo, HR de Cablescom, empresa que desarrolla infraestructuras y comunicaciones. Isabel nos explica que Cablescom empezó a colaborar con Caritas en 2008 a través del Programa “Empresas con Corazón”, “con el objetivo de dar una oportunidad laboral a aquellas personas que tienen especial dificultad para acceder al mercado laboral”.

Esta colaboración enriquece a la organización y a todas las personas que, de una u otra manera, hacen que esa vuelta al mercado laboral sea una realidad. Como empresa, nos convierte en mejor empresa. Damos nuevas oportunidades a colectivos que tradicionalmente les cuesta más incorporarse al mercado laboral. Nos convierte en una empresa más humana, centrada en las personas, responsable socialmente y con capacidad de descubrir nuevos talentos. Además, incrementa el orgullo de pertenencia de nuestros trabajadores”.  

Pilar Labrador – Tesorera (legados y herencias)

Según datos de la última Memoria, la generosidad de las donaciones, herencias y legados suponen un 38% de nuestros ingresos. A veces se desconoce que hay personas que, tras su muerte, siguen ayudando y donando porque cuando redactaron su testamento pensaron y actuaron de forma generosa, dejando una cantidad o propiedad a favor de Cáritas Zaragoza

Pilar Labrador, nuestra tesorera, da voz a esas personas y nos explica qué supone para Cáritas y las personas que acompañamos esa ayuda económica: “Recibimos herencias y legados en forma de dinero, inversiones financieras, pisos o locales.  Constituyen un ingreso muy importante en nuestras cuentas, porque nos permiten sostener económicamente a Cáritas, tanto para dar ayudas directas a personas y familias como para apoyarlas a través de los diferentes centros y proyectos para el empleo”.

Cuando le preguntamos qué impacto ha tenido en ella ser testigo de esa generosidad, nos cuenta: “Siempre pienso en la emoción que debieron sentir al tomar la decisión y formalizar sus últimas voluntades. Para todo el equipo que gestionamos sus bienes, esto supone una gran responsabilidad por la confianza que los donantes nos demuestran al depositar en nosotros sus bienes para que los hagamos llegar a los que no tienen nada; por esto, hacemos los trámites necesarios con muchísimo respeto”.

¿Te sumas a esta gran comunidad de ayuda?

Da el primer paso,  conoce qué puedes hacer tú 

#SomosLoQueDamos